jueves, 24 de abril de 2014

Para crecer y multiplicarse... ¡Hay que dividir! de @fabibiotec para #CertamenCuentos


Esta entrada es fruto de la cesión gustosa del blog para todos aquelos que habéis  querido participar en el "I Certamen de Cuentos de Ciencia" pero no disponéis de blog propio. El relato que a continuación podéis leer es de @fabibiotec. Desde aquí darle las gracias por su aportación. Os dejo con el relato. Espero que os guste.

Esta entrada ha sido editada por su autora para participar en el #MegaCuento organizado como broche final del #CertamenCuentos


Divisiones de números y… de células

Las matemáticas y sobre todo las divisiones son el principal dolor de cabeza de Angelina. En realidad, ¡no le gusta dividir! Y por si eso fuera poco, la maestra dijo en la clase de Ciencias Naturales que tendría que aprenderse ¡la división celular!
Esto no le gusta nada, pero nada, nada…
   -¡Hay que ver!, resulta que ahora no solo los números se dividen sino también las células, murmuraba para sí misma.

Billones de células ¡Eso es mucho para dividir!

Y… llegó la hora. Es martes y hay clase de Ciencias Naturales. Angelina presiente que esta clase NO le va a gustar.
La maestra comenzó a dar la clase diciendo
   -Niños, todos los organismos vivos estamos formados por células. Las bacterias por ejemplo, tienen una sola; mientras que nosotros llegamos a tener… hizo una pausa para darle dramatismo a lo que seguía… billones de ellas
   -¡Guau! ¿Billones? Se escuchó en toda la clase
   -Sí, dijo la maestra, un ser humano adulto tiene alrededor de 100 billones de células. Tienen diferentes formas y cumplen distintas funciones. Algunas células del ojo captan la luz, las células nerviosas transmiten mensajes por todo el cuerpo y hay muchos tipos más…

El silencio que se hizo en la clase fue increíble, todos estaban atentos a lo que contaba la maestra. Hasta Angelina estaba interesada, y eso… ¡era mucho decir!
La maestra continuó:
   -Todas las células, salvo raras excepciones, están formadas de los mismos componentes y son las que llevan TODA (hizo énfasis en esa palabra) la información necesaria para la vida
Tomó un señalador láser y empezó a mostrar los componentes de la célula que tenía en una lámina.
   -La célula, dijo, es muuuuuuuy parecida a un plato de sopa
   -Puajjj pensó Angelina, habíamos empezado bien pero… ¡la sopa no me gusta!
   -Está formada por una membrana celular, que sería el plato que contiene la sopa y no permite que se derrame. El citoplasma es el caldo de la sopa y las verduras son diferentes orgánulos. Por ejemplo, las mitocondrias que ayudan a producir energía, las vacuolas que acumulan agua y otras sustancias, entre otros. También hay, dentro de la sopa, un trozo de queso que es el núcleo, donde está la información genética. ¿Entendieron?
   -Sí, sí dijo toda la clase. Toda, menos Angelina, que como siempre se había quedado pensando. Esta vez,  en que la sopa no le gustaba, pero que lo de la célula resultaba interesante.

El clap, clap de la maestra para llamar la atención de la clase sacó a Angelina de sus pensamientos.
   -Niños, dijo, la clase de hoy se ha terminado pero todavía tenemos muchísimo que aprender así que para la próxima investiguen sobre la división celular

Una multiplicación y una división

Angelina le pidió ayuda con la tarea a su hermano Iván, al que la ciencia se le daba la mar de bien…
   -Cuéntame qué averiguaste el año pasado
   -¡Cosas muy interesantes! ¿Sabías que 3 mil millones de células de nuestro cuerpo mueren por minuto?
   -¿Queeeeeeee? Dijo Angelina asustada, mirando su cuerpo
   -No te asustes, la mayoría de ellas son de la piel y cuando mueren son reemplazadas por otras células
   -¡Qué alivio!, suspiró Angelina
   -El organismo humano, comentó Iván, necesita “fabricar” células todo el tiempo. Para reemplazar a las que mueren y además para crecer
   -¡Ja! Y yo que pensaba que cuando crecíamos, las células se estiraban como un chicle
   -No, no. El organismo produce más células, realizando un proceso de división celular que se llama mitosis.
   -Para tener más células… ¿hay que dividir? ¡Ahora sí que no entiendo nada!
   -Mira, dijo Iván abriendo su libreta, dentro de la célula está el núcleo
   -Sí, sí. Eso lo explicaron hoy en clase. Es el queso de la sopa…
   -¿El queso de la sopa? Pensó Iván, pero no se atrevió a preguntar conociendo las respuestas desopilantes de su hermana menor
   -Dentro del núcleo, hay una especie de bastoncitos llamados cromosomas donde está toda la información genética. Toda esa información se duplica
   -Eso es… ¿se multiplica por dos?
   -¡Sí, claro! Dijo Iván al ver que su hermana iba entendiendo
   -Pero… dijo Angelina confusa, a mí me dijeron que la mitosis era una división
   -Sí Angelina, pero espera y verás. Antes de la división debe haber una multiplicación
   -¡Uf!
   -Luego de la duplicación del material genético, la célula se divide y da dos células hijas exactamente igual a la original.
   -Entiendo, ¿pero me lo puedes dibujar? Así yo lo explico bien en la clase
   -¡Claro que sí!





   -¡Gracias Iván! ¿Mañana me contarías sobre la meiosis?

Una multiplicación, dos divisiones

Al día siguiente Angelina le pidió a Iván que le siguiera explicando la división celular, que a decir verdad no era para nada aburrida como ella había pensado.

Esta vez, Iván vino con papel y lápiz y le dijo:
   -Cuando el organismo es adulto y puede reproducirse, sus órganos reproductivos realizan otra división celular que se llama meiosis para dar células con la mitad del número de cromosomas
   -¿por qué?
   -Porque al unirse, como pasa por ejemplo con el óvulo y el espermatozoide, formarán un individuo con el mismo número de cromosomas que los padres
   -¡Ah! Ya entiendo, si esas células no tuvieran la mitad del número de cromosomas, los hijos tendrían el doble que los padres y cuatro veces el número de cromosomas de los abuelos, ¿no es así?
   -Para no gustarte las matemáticas, se te están dando bastante bien, sonrió Iván. Para que esto ocurra, la célula multiplica su material genético como antes, pero luego sufre dos divisiones dando como resultado cuatro células con la mitad del número cromosómico que la original.

Terminando de explicar esto, Iván lo dibujó:




Angelina, después de pensar un rato dijo:
   -Mitosis: una multiplicación y una división = dos células hijas idénticas a la original
Meiosis: una multiplicación, dos divisiones = cuatro células hijas con la mitad de la información
   -¡Exacto! Lo captaste perfectamente, dijo Iván recogiendo sus cosas

Multiplicar y dividir no es solo cosa de matemáticas

Cuando llegó el día de la clase de Ciencias Naturales y la maestra preguntó quién quería pasar a la pizarra a explicar la división celular, Angelina levantó la mano.
Pasó al frente y con mucha calma explicó a sus compañeros lo que Iván le había contado.
La maestra sorprendida, le dijo:
   -Excelente Angelina, tu explicación ha sido muy buena
   -Y sí, dijo ella acomodándose el largo y rubio cabello, para crecer ¡tenemos que saber matemática!


@fabibiotec



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